El presidente ruso, Vladímir Putin, se reunió este miércoles con mandos militares en la provincia de Kursk, donde destacó la importancia de derrotar rápidamente a las fuerzas ucranianas que operan en la región. “Nuestra tarea es derrotar al enemigo atrincherado en la provincia de Kursk lo antes posible, en el menor tiempo posible”, declaró Putin durante el encuentro.
Según el jefe del Estado Mayor General de las Fuerzas Armadas rusas, Valeri Guerásimov, el 86 % del territorio de Kursk, que había sido ocupado por las Fuerzas Armadas de Ucrania tras una incursión en agosto, ha sido liberado. Guerásimov detalló que las tropas rusas han recuperado más de 1.100 kilómetros cuadrados y que las fuerzas ucranianas han sufrido importantes bajas, con más de 68.000 pérdidas humanas y al menos 7.000 unidades de equipamiento destruidas.
Advertencias y avances militares
Putin advirtió que los militares ucranianos capturados en Kursk serán tratados como terroristas, argumentando que cometen crímenes contra la población civil y se oponen a las fuerzas rusas. Además, recordó que los mercenarios extranjeros no están protegidos por el Convenio de Ginebra de 1949, que regula el trato a los prisioneros de guerra.
Por su parte, Guerásimov afirmó que la agrupación ucraniana en Kursk está aislada y está siendo “destruida sistemáticamente”. También señaló que las tropas rusas han cruzado la frontera en varios puntos y han entrado en la provincia ucraniana de Sumy, avanzando hacia sus objetivos estratégicos.
Liberación de asentamientos
El Ministerio de Defensa ruso informó que sus tropas han liberado cinco asentamientos más en Kursk, mientras que la Guardia Nacional de Rusia (Rosguardia) publicó un video que muestra operaciones de fuerzas especiales contra unidades ucranianas en el distrito de Sudzha.
Este despliegue militar forma parte de una ofensiva más amplia en la región, donde Rusia busca consolidar su control y expulsar a las fuerzas ucranianas. Las declaraciones de Putin y sus comandantes reflejan la determinación del Kremlin por asegurar la provincia de Kursk y avanzar en sus objetivos estratégicos en el conflicto con Ucrania.
