El inglés brilla con doblete y asistencia en un partido dominante ante el flamante campeón de Europa, ante la atenta mirada de Donald Trump en el MetLife.
EAST RUTHERFORD, NJ — El nombre que resonó en cada rincón del MetLife no fue Mbappé, Neymar ni Messi. Entre las 81,118 almas anunciadas por la FIFA —aunque con visibles claros en las gradas altas—, solo hubo un protagonista: Cole J. Palmer. El extremo de 23 años, surgido de los barrios obreros de Manchester, selló su consagración con dos goles y una asistencia en 45 minutos magistrales que dejaron sin respuesta al poderoso PSG de Luis Enrique.
El partido soñado
Desde el pitido inicial, el Chelsea impuso su ritmo. A los 8 minutos, una jugada de manual entre Enzo Fernández y João Félix (no Joao Pedro, quien actualmente juega en Brighton) desembocó en un pase atrás milimétrico para Palmer. Su zurdazo rozó el poste de Gianluigi Donnarumma, dibujando un fake goal que confundió a medio estadio. Era solo el aviso.
La explosión Palmer
- Minuto 22: Tras una transición relámpago, Palmer recibió en la frontal, sorteó a Skriniar con un body feint y disparó cruzado. Donnarumma se estiró, pero el balón se coló por la escuadra.
- Minuto 36: El inglés robó un balón en presión alta, asistió a Nicolas Jackson para el 2-0, y celebró con una frialdad que contrastaba con el júbilo de las gradas, donde un Donald Trump visiblemente intrigado intercambiaba palabras con Infantino.
- Minuto 44: Palmer remató un pase de Caicedo con un volea ajustada al primer palo. 3-0 y sentencia antes del descanso.
Contexto épico
El PSG, favorito tras golear al Real Madrid en semifinales, pareció una sombra. Mientras, el Chelsea —que jugó con la camiseta conmemorativa por su 120º aniversario— escribió su nombre en la primera edición del Mundial de Clubes expandido, un torneo que ya promete ser polémico por su formato, pero inolvidable por actuaciones como la de Palmer.
