Según fuentes cercanas al Pentágono, la medida afecta proyectiles de artillería, misiles antiaéreos y municiones de precisión, generando preocupación entre aliados de Kiev.
Washington, D.C. — El gobierno de Joe Biden ha paralizado temporalmente el suministro de ciertas armas comprometidas a Ucrania, incluyendo municiones clave para el frente de batalla, reveló este martes el medio Politico, citando a tres fuentes familiarizadas con la decisión. La medida, impulsada por preocupaciones sobre el nivel de las reservas militares estadounidenses, podría afectar la capacidad de Ucrania para contener el avance ruso en el corto plazo.
¿Qué tipos de armamento se retrasan?
Los envíos suspendidos incluyen:
- Proyectiles de artillería (esenciales para el combate en el frente).
- Misiles de defensa aérea (claves para proteger ciudades e infraestructura).
- Municiones de precisión (como los cohetes guiados HIMARS).
La decisión se tomó tras una revisión interna del Pentágono, liderada por el jefe de política de defensa Elbridge Colby, que alertó sobre el agotamiento progresivo de las reservas estratégicas de EE.UU., especialmente tras más de dos años de apoyo militar continuo a Kiev.
¿Por qué ahora?
Aunque la suspensión se decidió a principios de junio, solo ahora ha entrado en vigor, generando alarma entre legisladores pro-Ucrania en el Congreso, quienes temen que la falta de estos suministros deje a las fuerzas ucranianas en desventaja frente a la ofensiva rusa.
El retraso afecta dos vías de ayuda militar:
- Transferencias directas desde reservas estadounidenses (bajo la Autoridad Presidencial de Reducción).
- Contratos con la industria de defensa bajo la Iniciativa de Asistencia para la Seguridad de Ucrania (USAI), que financia nuevas producciones en lugar de extraer existencias.
¿Hasta cuándo puede aguantar Ucrania?
Una fuente cercana al tema aseguró que el armamento ya aprobado durante la era Biden permitiría a Ucrania resistir varios meses más, pero advirtió que, si el flujo no se reanuda, podría haber escasez crítica hacia finales de 2024.
Mientras tanto, la Administración Trump no ha firmado nuevos contratos de ayuda, lo que añade incertidumbre sobre el futuro del apoyo occidental si hay un cambio de gobierno en enero de 2025.
Repercusiones estratégicas
- Preocupación en Europa: Aliados de la OTAN temen que una reducción en el apoyo estadounidense obligue a asumir mayores cargas.
- Presión sobre la industria de defensa: El Pentágono busca acelerar la producción, pero enfrenta cuellos de botella logísticos.
- Efecto en el frente ucraniano: Rusia podría aprovechar cualquier debilidad en suministros para intensificar ataques.
En contexto: EE.UU. ha sido el mayor proveedor militar de Ucrania, con más de $50 mil millones en ayuda desde 2022. Sin embargo, este anuncio refleja los límites del arsenal occidental en un conflicto prolongado.